¿Qué es una válvula? Tipos, funciones, mantenimiento y aplicaciones industriales

La válvula es un componente esencial en una amplia variedad de aplicaciones industriales. Es responsables de regular el flujo de líquidos, gases y otros medios en sistemas críticos. Sin embargo, para garantizar su correcto funcionamiento y la seguridad en los procesos, es fundamental realizar pruebas rigurosas. Esto es especialmente relevante en el caso de válvulas de control de aguja, cuya precisión y fiabilidad son cruciales en la industria.

La importancia de la prueba de válvulas radica en la seguridad y eficiencia del proceso, y el Mecanizado CNC desempeña un papel vital en la creación de válvulas de alta calidad. Este proceso asegura que cada válvula sea mecanizada con precisión, optimizando su rendimiento y confiabilidad.

En el intrigante universo de las válvulas industriales, donde la precisión y la eficiencia son como el corazón latente, es esencial entender cómo la tecnología está dando un giro a cada rincón de nuestra industria. La Industria 4.0 y la Revolución del Mecanizado CNC son como el aliento fresco que no solo redefine la manera en que fabricamos, sino que también deja su huella en la calidad y el rendimiento de las válvulas. Imagina un escenario donde las pruebas de válvulas son más que simples procesos, son parte de una revolución. En este contexto, la influencia de la Industria 4.0 y la Revolución del Mecanizado CNC, emerge como un hito significativo, marcando un cambio hacia la excelencia en la fabricación y prueba de estos componentes esenciales que laten en el corazón de la ingeniería industrial.

¿Qué es una válvula y en qué sectores industriales se utiliza?

Una válvula es una aplicación/producto que controla el movimiento de un fluido o gas. Maneja la dirección y/o controla el flujo de un fluido o gas abriendo y cerrando uno o varios pasos.

Las válvulas juegan un papel vital en la mayoría de las industrias que involucran tuberías u otras aplicaciones, incluyendo el sector criogénico. En el sector criogénico, las aplicaciones de la criogenia se utilizan para la producción y manipulación de gases a temperaturas muy bajas, y las válvulas criogénicas son cruciales para el correcto funcionamiento de los equipos en esta industria. Además, otros sectores industriales como el Sector Oil & Gas, el Sector Petroquímico, el Sector Naval y el Sector Desalinización también hacen uso de válvulas industriales en sus operaciones. Estos sectores reconocen la importancia de las válvulas para controlar el flujo de fluidos en las tuberías y asegurar un funcionamiento seguro y eficiente de los sistemas. En el sector del oil and gas, por ejemplo, las válvulas desempeñan un papel clave en la prevención de fugas y la mejora de la estanqueidad. Para obtener más información sobre cómo evitar fugas y mejorar la estanqueidad gracias a los fittings en el sector del oil and gas, te invitamos a leer nuestro artículo dedicado a este tema. Haz clic aquí para acceder al artículo completo sobre «Cómo evitar fugas y mejorar la estanqueidad gracias a los fittings en el sector del oil and gas«.

Tipos de válvulas industriales

Existen seis tipos principales de válvulas utilizadas en aplicaciones industriales: válvulas de globo, válvulas de compuerta, válvulas de bola, válvulas de mariposa, válvulas de retención y válvulas de macho. Cada una presenta un diseño específico adaptado a los requisitos de caudal, presión y tipo de fluido, lo que determina su idoneidad en sectores como petroquímica, energía, naval o tratamiento de aguas.

En entornos industriales exigentes, como el Oil & Gas o la generación de energía, se requieren componentes robustos y fabricados con tolerancias estrechas. El mecanizado de válvulas de grandes dimensiones se convierte en un proceso clave para garantizar la fiabilidad operativa, la estanqueidad y la integración precisa en sistemas complejos. Esta es una de las especialidades de Asimer Group, que cuenta con la tecnología y el conocimiento necesarios para responder a los desafíos técnicos de este tipo de válvulas.

Partes principales de una válvula y cómo funcionan?

Las válvulas son componentes fundamentales en sistemas de conducción de fluidos, ya que permiten regular, abrir, cerrar o desviar el flujo de líquidos y gases en función de los requerimientos del proceso. Para comprender su funcionamiento, es esencial conocer sus principales elementos constructivos.

1. Cuerpo
Es la carcasa principal de la válvula y constituye su estructura externa. Soporta la presión del sistema y conecta con la tubería. Puede tener distintas configuraciones según el tipo de válvula (esférico, cilíndrico, angular, etc.) y suele fabricarse en acero al carbono, acero inoxidable, bronce u otros materiales según el medio de trabajo.

2. Obturador o disco
Es el componente móvil que regula el paso del fluido. Su diseño varía según el tipo de válvula: puede ser una bola (válvula de bola), un cono (válvula de globo), una compuerta plana (válvula de compuerta) o un disco giratorio (válvula de mariposa). El disco se acciona mediante una varilla o eje, y su desplazamiento permite modular, bloquear o permitir el flujo.

3. Asiento
Es la superficie sobre la que se apoya el disco cuando la válvula está cerrada. Debe asegurar la estanqueidad y resistir el desgaste provocado por la fricción del fluido. Existen asientos metálicos, blandos (teflón, EPDM) o recubiertos, dependiendo del tipo de servicio.

4. Eje o vástago
Transmite el movimiento desde el mecanismo de accionamiento (manual, neumático, hidráulico o eléctrico) hasta el disco. Puede ser ascendente o no ascendente, y debe garantizar un movimiento suave y preciso.

5. Tapa o bonete
Es la parte superior del cuerpo, que permite acceder al interior de la válvula para su mantenimiento. Sella el conjunto mediante empaquetaduras o juntas tóricas y puede incorporar prensaestopas.

6. Juntas y sellos
Aseguran la estanqueidad entre las diferentes partes de la válvula, evitando fugas externas e internas. Su material y configuración deben ser compatibles con el fluido y las condiciones de operación (presión, temperatura, química del medio).

Es importante tener en cuenta que la configuración y número de componentes pueden variar según el tipo de válvula y su aplicación industrial específica.

Por ejemplo, el funcionamiento de una válvula de mariposa se basa en un disco giratorio que actúa alrededor de un eje central. Al girar 90 grados, este disco se coloca paralelo o perpendicular al flujo, permitiendo el paso o bloqueo del fluido. Su diseño compacto, bajo coste y facilidad de mantenimiento la convierten en una opción ampliamente utilizada en redes de agua, aire comprimido, productos químicos y sistemas de ventilación.

Válvulas mecanizadas y verificadas por Asimer Group

Gracias a su dilatada trayectoria en el sector industrial, Asimer Group trabaja con una amplia gama de válvulas adaptadas a distintos procesos y sectores. Entre los modelos más habituales se incluyen:

  • Válvulas de compuerta
  • Válvulas de globo
  • Válvulas de bola
  • Válvulas de retención
  • Válvulas de macho
  • Válvulas de mariposa
  • Válvulas axiales

Cada tipo de válvula responde a exigencias técnicas específicas en función del caudal, la presión, el tipo de fluido y el entorno de operación. Este enfoque multitecnológico permite a Asimer dar soporte a sectores muy diversos, desde el tratamiento de aguas hasta la generación de energía.

Las válvulas utilizadas en el sector Oil & Gas requieren no solo materiales avanzados, sino también procesos de mecanizado de alta precisión para el sector del Oil & Gas, que garanticen tolerancias exigentes, estanqueidad y fiabilidad en condiciones de presión y temperatura extremas. Asimer Group dispone de centros de mecanizado de última generación y personal técnico especializado para responder a estas demandas con precisión y eficiencia.

Además, gracias a su capacidad productiva y a una gestión optimizada, la compañía puede optimizar costes en el mecanizado de bombas y válvulas sin comprometer la calidad ni los estándares técnicos. Esta eficiencia es clave en proyectos a gran escala, donde los plazos y la trazabilidad son determinantes.

Cabe destacar que algunos de los sectores atendidos requieren válvulas de gran tamaño, como la industria naval, petroquímica o la generación de vapor. Atender a los sectores que utilizan válvulas de gran tamaño implica dominar procesos complejos de fabricación, manipulación y verificación dimensional, un área en la que Asimer demuestra gran solvencia técnica.

Por qué las pruebas de válvulas son clave en los sistemas industriales

En el ámbito de las válvulas industriales, es fundamental que estos componentes funcionen de forma segura, confiable y precisa, garantizando una regulación efectiva de la presión sin fugas. En sistemas de alta presión, una falla puede derivar en fugas críticas, explosiones o paradas imprevistas, generando riesgos operativos y pérdidas económicas considerables. Por este motivo, mantener la integridad funcional de las válvulas es una prioridad en cualquier entorno industrial.

Para garantizar esa fiabilidad, se aplican diversos tipos de ensayos no destructivos, como radiografías industriales, ultrasonidos, partículas magnéticas o líquidos penetrantes. Estas técnicas permiten identificar defectos internos o superficiales sin comprometer la estructura de la válvula, asegurando que el componente puede operar de forma segura bajo condiciones reales de servicio. En particular, el uso de líquidos penetrantes es una herramienta clave para detectar fisuras o porosidad en superficies metálicas críticas, como los asientos o las zonas soldadas.

Las pruebas de presión también forman parte del protocolo estándar para validar el rendimiento de una válvula. Ya sea mediante pruebas hidrostáticas o neumáticas, se evalúa la resistencia del cuerpo y la estanqueidad de los cierres ante condiciones extremas.

En este proceso, la colaboración con centros técnicos especializados, como el Centro de Mecanizado Trevisan, permite realizar verificaciones de alta precisión con bancos de prueba automatizados y sistemas CNC. Estas herramientas aseguran mediciones repetibles y confiables, aportando valor añadido al control de calidad y la trazabilidad del componente.

Otro aspecto clave es la eficiencia energética de las válvulas, estrechamente relacionada con su diseño interno y su mantenimiento. Las pruebas de eficiencia permiten analizar parámetros como la pérdida de carga o el consumo energético asociado al paso del fluido. Integrar criterios de eficiencia energética desde el diseño hasta la prueba funcional contribuye directamente a sistemas más sostenibles y a una reducción efectiva de los costes operativos.

Asimismo, no debe pasarse por alto que otros equipos hidráulicos, como las bombas centrífugas, también requieren controles rigurosos. Las aplicaciones industriales de las bombas centrífugas incluyen el transporte de fluidos corrosivos, abrasivos o a alta presión, por lo que su fiabilidad es tan crítica como la de las válvulas. La implementación sistemática de ensayos técnicos en ambos tipos de componentes garantiza un funcionamiento continuo, seguro y duradero en cualquier entorno industrial.

Mantenimiento de válvulas y pruebas de presión

El mantenimiento y las pruebas de presión en válvulas son esenciales para garantizar la seguridad, la eficiencia energética y la continuidad operativa de los sistemas industriales. Estos procedimientos permiten verificar el estado de los componentes, identificar desgastes prematuros y validar su rendimiento bajo condiciones de operación reales.

Las pruebas de presión, también conocidas como pruebas hidrostáticas o neumáticas, se realizan para comprobar la resistencia estructural del cuerpo de la válvula y la estanqueidad de los asientos y sellos. Una máquina de prueba de válvulas permite realizar ensayos como:

  • Prueba de fugas en el cuerpo de válvula
  • Prueba de asiento y sello (para verificar la estanqueidad del cierre)
  • Verificación de fugas internas y externas
  • Ensayos con fluidos o gases, según la aplicación final

Estas pruebas ayudan a detectar fallos relacionados con fricción excesiva, cavitación, erosión interna, obstrucciones o pérdidas de presión que afectan al rendimiento del sistema.

El en el caso del mantenimiento de válvulas de mariposa, por ejemplo, suele incluir la inspección del disco y asiento, revisión de juntas, limpieza de sedimentos acumulados y verificación del accionamiento manual o automatizado. Su diseño sencillo facilita la intervención técnica y reduce los tiempos de parada.

En línea con las tendencias de la industria 4.0, cada vez más industrias adoptan enfoques basados en datos para optimizar el rendimiento y reducir costes. En este sentido, la estrategia de mantenimiento predictivo mecanizado vs correctivo representa una evolución clave: mediante sensores y análisis de tendencias, se puede anticipar el fallo antes de que ocurra, minimizando el riesgo de paradas inesperadas. Esta metodología es especialmente útil en válvulas críticas dentro de plantas petroquímicas, farmacéuticas o de generación de energía.

Por último, contar con personal certificado en ensayos no destructivos garantiza que las inspecciones se realicen conforme a normas internacionales. Esto no solo mejora la calidad y fiabilidad del proceso de verificación, sino que también refuerza la trazabilidad de cada componente y contribuye a elevar los estándares globales de fabricación industrial.

Corrosión en válvulas: causas, prevención y materiales adecuados

Las válvulas industriales están en contacto constante con fluidos que pueden ser corrosivos, abrasivos o tóxicos, lo que genera un alto riesgo de deterioro estructural si no se seleccionan correctamente los materiales o si no se aplican técnicas de protección adecuadas. La corrosión puede provocar desde obstrucciones parciales hasta fallos graves por fugas o roturas.

Técnicamente, la corrosión de una válvula se define como el daño al material metálico debido a reacciones químicas o electroquímicas con el medio circundante. Este fenómeno ocurre de forma espontánea y progresiva, afectando a todo el sistema: válvula, tuberías, conexiones y accesorios. Su prevención se basa principalmente en la separación del metal del entorno agresivo, o bien en el uso de materiales alternativos no metálicos.

Algunas de las principales estrategias para prevenir la corrosión incluyen:

  • Protección electroquímica (como ánodos de sacrificio o corriente impresa)
  • Empleo de materiales no metálicos resistentes
  • Tratamientos superficiales como galvanizado o anodizado
  • Selección de aleaciones especiales según el tipo de medio (ácidos, sales, humedad, etc.)
  • Aplicación de recubrimientos mediante pulverización térmica o pintura industrial
  • Uso de inhibidores químicos en el fluido de proceso
  • Control ambiental (temperatura, humedad, pH)
  • Mejora del diseño y la fabricación para evitar puntos de acumulación o turbulencias

Uno de los métodos más efectivos para proteger las válvulas en entornos hostiles es el uso de recubrimientos avanzados. Existen distintos tipos de recubrimientos para válvulas industriales en entornos extremos, como epoxis, PTFE, recubrimientos cerámicos o metálicos, que ofrecen resistencia a la abrasión, ataques químicos y temperaturas elevadas, extendiendo considerablemente la vida útil del componente.

Otro aspecto clave en la prevención de la corrosión es la técnica de unión utilizada durante la fabricación o reparación de válvulas. La soldadura para entornos corrosivos requiere procesos específicos y materiales de aporte resistentes a agentes químicos agresivos, como aceros inoxidables dúplex o aleaciones especiales. Una soldadura inadecuada puede convertirse en un punto crítico de corrosión localizada, mientras que una ejecución correcta garantiza la integridad estructural del componente incluso en medios altamente hostiles.

En definitiva, muchos metales no son inmunes a la corrosión, pero algunos son capaces de formar películas pasivas —como el óxido de cromo en el acero inoxidable— que los protegen de la agresión externa. Conocer la interacción entre materiales y medios es clave para garantizar la durabilidad de la válvula.

Asimismo, al igual que las válvulas, otros equipos como las bombas centrífugas están expuestos a entornos agresivos. Las aplicaciones industriales de las bombas centrífugas abarcan desde el manejo de fluidos corrosivos hasta procesos de alta presión, por lo que también requieren controles rigurosos y materiales adecuados para evitar fallos críticos en la operación.

En este sentido, seleccionar los materiales adecuados, aplicar recubrimientos específicos y realizar mantenimientos periódicos no solo previene la corrosión, sino que también ayuda a reducir la huella de carbono en bombas y válvulas industriales, al prolongar su vida útil y evitar reemplazos prematuros que suponen un mayor consumo energético y de recursos.

¿Con qué frecuencia se requiere la prueba de presión de válvulas?

La frecuencia con la que debe realizarse la prueba de presión en una válvula depende de varios factores: el tipo de válvula, la presión de operación, el tipo de fluido manejado, la criticidad del sistema y las normativas del sector. En aplicaciones industriales exigentes, como en procesos químicos o líneas de vapor a alta presión, las pruebas pueden ser trimestrales o semestrales. En otros casos menos críticos, una verificación anual puede ser suficiente.

Estas pruebas suelen realizarse con medios líquidos (prueba hidrostática) o con gases (prueba neumática) para comprobar la resistencia del cuerpo de la válvula y la estanqueidad del cierre. Su objetivo es garantizar que la válvula soporta las condiciones de trabajo sin presentar fugas ni deformaciones.

Las pruebas de presión adquieren especial relevancia cuando se trata de válvulas y bombas fabricadas en acero inoxidable, material ampliamente utilizado en industrias que demandan alta resistencia a la corrosión y máxima fiabilidad, como la farmacéutica, alimentaria o química. El mecanizado de válvulas y bombas de acero inoxidable debe cumplir con tolerancias estrictas y acabados superficiales controlados para asegurar que cada unidad pueda soportar sin fallos las condiciones reales de operación y superar los ensayos de presión sin comprometer su integridad estructural.